lunes, 17 de noviembre de 2014

Locos


Con la conciencia recuperada cargan equipaje ligero, olvidando el manicomio del que habían huido.

Obstinados en permanecer unidos, viajan entre caricias al amanecer sin terapia, ni medicina. 
Firmaron con sensatez y singular voluntad, certificado de compromiso de vivir en la cordura de amar sin poseer, acompañar sin invadir, existir sin depender.

Su único testigo: el amor que les dio la fuerza para abandonar compañía segura, status y conveniencia.

Una maleta llevan donde colocaron dicha y esperanza.


Victoria Falcón Aguila D.R 2014