MOMENTOS
MÁGICOS
A raíz del Día Internacional de la Mujer, he tenido la oportunidad de
asistir a diversos foros en los cuales no sólo se habló del contexto histórico
que dio origen a esta conmemoración; si no también, a diversas charlas de éxito
de empresarias, profesionales, amas de casa, sindicalistas, líderes de opinión
y políticas.
Salvo algunos casos de excepción, realmente me sorprende la cantidad de
situaciones a las que ellas tuvieron que sobreponerse para alcanzar la gloria
en sus diversas trayectorias; de hecho, por más que lo analizo, en términos
generales, no creo que muchos de nosotros, como hombres, hayamos pasado pesares
similares.
Desde luego, no se trata ni es la pretensión, hacer comparaciones
caprichosas o concluir que un género es más sufrido que el otro, simplemente se
trata de valorar su esfuerzo a plenitud.
Ya fuera de mujeres con una educación mínima que llegaron a crear un
colectivo, sindicato o empresa, aquellas que lograron sacar a sus hijos como
personas de bien a pesar del olvido de su padre o bien, a las que superaron las
barreras del machismo para alcanzar el nivel que anhelaban; todas ellas son sin
duda alguna, ejemplos de vida que merecen todo nuestro reconocimiento. Ni que
decir de los casos en que se conjuntaban todas estas situaciones; realmente no
tendría palabras para honrar su logro.
Es claro que por la sociedad en que hemos crecido, con sus vicios y
deformaciones, no hemos generado las condiciones equitativas de participación
entre mujeres y hombres; sin embargo, estamos en tiempo para que todos
participemos de ese sueño de igualdad del que tanto se habla y que, por los
hechos, pareciera que seguimos muy distantes de alcanzar.
¿Alguna vez te has puesto a pensar si nuestros ojos verán el mundo en que no haya distinción de género y se reconozca a las personas por su capacidad?