Para comunicarme con los muertos
no necesito de oráculos,
me basta mirarme al espejo;
en él se refleja mi madre y padre
también, mi hermano.
Llevo su piel y gestos
sus emociones y pasiones,
su memoria y credo.
No necesito dormir para soñarlos
sentir mi sangre corriendo dentro,
los mantiene vivos.
Son mi vinculo para no olvidar
de donde vengo.
Victoria Falcón Aguila D.R 2015